Nace OMBLIGO con su disco de debut ‘BANDA SONORA PARA UNA PELÍCULA QUE NO EXISTE’
«Banda sonora para una película que no existe» (Entrebotones 2020) es un viaje por el mundo entero y podría llegar a ser la banda sonora de cualquier vida de la mano de dos músicos virtuosos. Escuchar este disco con cascos paseando sin rumbo fijo es una de las experiencias más placenteras que podemos recomendar.
Ombligo está formado por Anika y Ángel, dos personas con un imaginario musical muy diverso, que se encontraron para sacar todos esos conceptos de su cabeza y llevarlos a cabo en un mismo proyecto.
Ombligo son: Anika (violín, voz y a veces charango y guitarra), con estudios clásicos e influenciada por BartolomeyBittman, King Crimson, Ibrahim Maalouf, Cassey Driesen y el cuarteto Quiroga, decidió dejar el Conservatorio para poder explorar libre con su violín de cinco cuerdas y componer. Antigua componente de El Sombrero del Abuelo y Terror Milk, actual componente de la banda Faneka donde además de instrumentista y corista compone y produce, ha colaborado en infinidad de directos y discos (Club del Rio, Juan Valderrama, Tongo, Eva Sierra, Alpargata, Tomaccos, David Amaya…)
Ángel Cáceres (guitarra, silbido y coros) es un guitarrista autodidacta con un talento especial para el silbido. Comenzó tocando la batería a los 17 años en una banda de ska llamada Sin Konzienzia, más tarde fue el guitarrista y compositor de Boss And Over, ya desaparecido y Alpargata en el que es guitarrista y productor. Con una gran cultura musical influenciado por gran variedad de estilos y músicos podríamos decir que en la mente de Ángel, Frank Zappa lleva los mandos, así como Mr.Bungle, Renato Carasone, Paco Ibañez, el punk español en general y las bandas sonoras en particular, con una mención especial a Henry Mancini.
De estos dos músicos, virtuosos en sus disciplinas nace Ombligo en 2016, Anika y Ángel se conocieron en un parque de Madrid, improvisando con una guitarra y una botella de anís, en ese momento surgió una conexión musical entre ambos y comenzaron a quedar para tocar estándares a la guitarra y el violín en los vagones del metro, poco a poco comenzaron a componer y a dar conciertos por todo el territorio, pasando por salas tan emblemáticas como el Teatro Circo Price o la sala Galileo Galilei, forjando el concepto de lo que hoy es Ombligo, música de lo más variopinta, que se alimenta de muy diversos estilos musicales, música progresiva sin límites y con mucho humor que lleva una marca inconfundible.
La música de Ombligo está dirigido a todo tipo de personas, de todas las edades, clases sociales y condición, el único requisito es que quieran pararse a escucharla y lo ponen fácil, su pretensión es transmitir que la música instrumental puede ser divertida, y que las melodías y armonías también pueden ser un lenguaje a través del cual nos podemos comunicar, reir y sentir, seas o no músico. Al fin y al cabo, la música es lenguaje universal.
En el verano de 2018, Ombligo contactaron con el productor Edu Molina (La Otra, Papawanda, Tongo,Playa Cuberris,Daiana Colamarino, Tomaccos…) para plasmar en un disco los temas que habían compuesto, comenzaron con la preproducción del disco, y como no podía ser de otra manera al combinar a este trío, este no iba a ser un disco sin más, este disco se convertiría en un año de trabajo, risas y creatividad elevada a la máxima potencia.
El 13 de febrero de 2020 sale a la luz su primer trabajo discográfico «Banda sonora para una película que no existe» (Entrebotones 2020), producido por Edu Molina y grabado en Garlic Records, cuenta con quince temas originales que la banda y el productor han trabajado en el estudio durante un año, sin prisa, sin fecha de entrega, como se tiene que hacer un disco, en el que no se ha puesto límite a la creatividad y la imaginación dando como resultado un viaje acústico que consigue llevarte a un mundo paralelo.
Durante todo el proceso de grabación han surgido infinidad de anécdotas y curiosidades, como Anika arrastrando una estufa por el enchufe para captar el sonido y meterlo en «Mosquito» o Edu tocando encima de la mesa con dos vasos de cartón dando como resultado un instrumento al que llamaron «Horse Luis» para meter un galope de caballo en «Ocaso».
Todos los temas están grabados a guitarra y violín en directo para luego ir introduciendo arreglos, voces, pamplinas y otros instrumentos, como Anika al charango, secciones de violines y violas, voz en off; Ángel con su silbido, guitarra eléctrica, palmas, coros; Edu Molina a la tabla de lavar, balalaika, tuba, coros, palmas, cadenas, Horse Luis, contrabajo frotado, percusiones locas… y distintas colaboraciones como Jorge Arribas al acordeón y Diego Galaz al violín de agua, serrucho, mandolina o violín trompeta de Fetén Fetén; Pablo Navarro al contrabajo; Bruna Gonzalez al chelo; Miriam Robles al cajón; Pablo Levin a la batería, Iker Garcia a la guitarra; Marcos Ortega a la trompeta y la colaboración de Eva Sierra cantando la única versión del disco «Encadenados» de Carlos A.Briz.
No podemos dejar de poner especial atención al arte que acompaña el disco, las maravillosas ilustraciones de Alejandro Tordezailart.
En toda esta locura sonora en la que Ángel, Anika y Edu han pasado horas escuchando lo grabado y grabando encima voces, arreglos de violines y mil instrumentos más y en el que los micros estaban siempre abiertos para captarlo todo, se han registrado muchas tomas falsas, muy divertidas que algún día serán compartidas, al final del disco físico se ha dejado una muestra.
El próximo 5 de marzo de 2020 Ombligo presentará en directo «Banda sonora para una película que no existe» en la sala Galilelo Galilei de Madrid, en esta ocasión el dúo celebrará el nacimiento de su disco junto a todos los músicos que han colaborado en él.